Bien entrados ya en el mes de julio ponemos fin por este curso a nuestras publicaciones semanales. Tal como decimos en Aragón, «en tiempo de melones, pocos sermones». Así que dejamos por un tiempo estas interesantes reflexiones en torno a la sinodalidad porque, según la sabiduría popular, el tema, por muy trascendental que sea, y éste lo es, necesita para su maduración un periodo estival de descanso. Y de silencio.
Pero también porque, una vez publicadas las Pistas para la implementación del Sínodo que expone la hoja de ruta de la Iglesia hasta la asamblea eclesial de octubre de 2028, comienza un periodo eminentemente práctico, experimental, en el que no importan tanto los discursos cuanto la puesta en marcha de transformaciones concretas, programadas y evaluables, sencillamente para ser Iglesia de otra manera.
Por nuestra parte, hemos contribuido durante 15 meses de forma ininterrumpida a que el Sínodo sobre la sinodalidad esté presente en la vida de las diócesis de Aragón. Aunque en septiembre decidiéramos no continuar, dado el rumbo firme que ha tomado este tema en la Iglesia, nos daríamos por satisfechos con lo realizado.
Nuestros objetivos eran claros:
- Crear un espacio de reflexión que aglutinase a personas que conectan con el espíritu del Sínodo; personas dispuestas a expresar sus opiniones, a escuchar con atención las aportaciones de otros y tenerlas en cuenta.
- Que dicho espacio sirviera de observatorio para estar al tanto del desarrollo del proceso sinodal, para conocer qué aportaciones significativas iban surgiendo y para saber cuáles se iban poniendo en marcha.
- Presentar esas buenas prácticas de las que teníamos noticia, promovidas incluso por los propios obispos y que, con un carácter local, no necesitaban esperar a que todo el proceso sinodal estuviera concluido para ponerlas en práctica.
- Detectar los posibles estancamientos del proceso sinodal en nuestras diócesis aragonesas, analizando sus causas y proponiendo soluciones.
Juzga tú mismo, querido lector, si realmente todo lo aportado ha contribuido a llevar a término lo que nos proponíamos.
Algunas cifras: 26.000 vistas en Blog, a las que habría que añadir las lecturas de cada entrada de la que la web Iglesia en Aragón se hacía eco. 115 suscriptores del Blog «Hacia una Iglesia sinodal. Observatorio sinodal desde Aragón» más 463 seguidores de la página de Facebook «Hacia una Iglesia sinodal» (total: 578 lectores a los que semanalmente les llega una notificación). Un total de 62 entradas publicadas y 10 páginas fijas. Entradas como la de Cristina Inogés sobre los zapatos de Francisco ha tenido 2.644 vistas en Blog y, recientemente, la entrevista de Paco Puértolas al obispo de Jaca ha alcanzado las 2.300 lecturas en la web de Iglesia en Aragón.
Finalmente un gran elenco de autores y colaboradores (23 en total) a los que les agradecemos su motivación y su acierto. Por orden alfabético e indicando entre paréntesis el número de entradas en el Blog:
Ángel Calvo (7), Ángel Lorente (2), Antonio Aguilera (4), Cristina Inogés (4), David López (1), Emilio Aznar (8), Eva García (1), Fausto Franco (1), Francisco Sánchez (2), Gema López-Menchero (6), Grupo sinodal San Carlos (4), Isidoro Miguel (1), José Alegre (2), José Luis Febas (2), José Ramón Colell (2), Juanjo Hernández (1), Mari Paz Díez (6), Paco Puértolas (3), Pepe Santas (1), Santiago Coello (1), Susana Pérez (2), Synodos.blog (2), Victoria Chía (1).
Muchas gracias a todos, especialmente a vosotros, los lectores y a los que nos habéis hecho comentarios, habéis compartido en redes y os habéis entusiasmado con esta renovación de la Iglesia que tiene nombre de sinodalidad. Muchas gracias a David López, director de OFICIA, que ha creado una sección en Opinión de Iglesia en Aragón para dar cabida a muchas de nuestras entradas. Gracias a todos. En nombre del Grupo Sinodal San Carlos que inició el proyecto y en nombre también del equipo del Blog: Ángel Calvo, Paco Puértolas (Jaca), Mari Paz Díez, Francisco Sánchez (Tarazona), Susana Pérez y Emilio Aznar.
Feliz tiempo de verano

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